La dificultad en la toma de decisiones

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Muchas decisiones las tomamos a diario sin darnos cuenta; al elegir la ropa, la comida, si salir al cine o quedarnos en casa, etc. Este tipo de decisiones sencillas, no nos suelen llevar demasiado tiempo ni esfuerzo.

Pero hay decisiones mucho más importantes que debemos tomar en la vida, como; casarse, tener hijos, independizarse, aceptar un trabajo, someterse a una intervención quirúrgica, etc. En decisiones importantes, es cuando nos podemos percatar de lo preparados que estamos ante los desafíos que se nos presentan en la vida.

Ante una decisión, no todos respondemos de la misma manera. Mientras unos actúan con gran facilidad a la hora de tomar una decisión importante (a veces de carácter urgente con gran responsabilidad), a otros les cuesta muchísimo e incluso se ven incapaces de actuar por cuenta propia y buscan a varias personas para que les aconsejen.

Por qué nos cuesta tomar decisiones


Claro está, que acudir a muchas personas para que nos aconsejen, empeora la situación, pues cada cual tiene su propio criterio y nos darán un punto de vista diferente creando un mar de dudas. Acabaremos con más estrés y ansiedad sin lograr el objetivo principal: ¡Tomar tus propias decisiones!

A qué se debe esta desconfianza en uno mismo

Detrás de esa dificultad en la toma de decisiones que nos paralizan, está implicado nuestro nivel de autoestima. Con la autoestima alta, todo se hace más fácil, tenemos confianza en nuestra forma de trabajar, de pensar y de actuar, estamos seguros de nosotros mismos y podemos tomar decisiones triviales o vitales en cualquier momento dado, incluso bajo presión.

Pero cuando la autoestima está baja y además somos co-dependientes de alguien, la situación se descontrola en nuestra mente:
  • Aumenta nuestra inseguridad.
  • Nos vemos incapaces de tomar nuestras propias decisiones.
  • Surge el miedo al error y al rechazo.
  • Afloran pensamientos negativos.
  • Nos preocupa lo que digan y piensen los demás de nosotros.
  • Se ensalzan los defectos y los complejos de inferioridad.

¿Y Qué hacemos entonces?

¡Evitar actuar por nosotros mismos! Antes preguntamos a todo bicho viviente buscando la decisión acertada o la aprobación de los demás si es que hemos sido capaces de tomar nuestras propias decisiones, puesto que sigue habiendo dudas después. Cuando la solución la tenemos nosotros mismos, pero no la podemos ver, por miedo a descubrir más tarde que hemos tomado decisión equivocada, como si de un examen se tratase.

Es como un bucle que se repite, hasta el punto de ser incapaces de tomar cualquier decisión propia, por pequeña que esta sea, sin contar con la ayuda de familiares y amigos o evitamos a toda costa tomar la decisión. Y se hace más evidente cuando estamos bajo presión; mucho trabajo, estrés, preocupaciones y problemas que nos acompañan durante un largo período de tiempo.

Cada persona viene condicionada por su experiencia y valores adquiridos en su infancia. Si cuando somos niños, toman decisiones por nosotros hasta edades muy tardías, no crecemos de forma autónoma, no tomamos riesgos, no nos enfrentamos a las dificultades que más tarde se nos presentarán y tendremos problemas de autoestima y de seguridad en nosotros mismos.

Para aquellas personas que lleven mucho tiempo con problemas de Autoestima y que no se vean capaces de tomar el control de sus vidas, lo ideal es buscar asesoramiento profesional (psicólogo titulado, por ejemplo) para que puedan emprender el camino correcto con un plan integral.

Te dejo 9 consejos que te pueden servir:
  1. Intenta recuperar la confianza en ti. 
  2. Cambia patrones de comportamiento que no te funcionen. 
  3. Observa si tienes creencias limitantes que te estén perjudicando. 
  4. Vigila tu diálogo interno. 
  5. Acéptate como eres, con tus virtudes y tus defectos. 
  6. Entender que a veces, hay que correr riesgos. 
  7. Adáptate a los cambios de forma positiva. 
  8. Aprende de los errores propios y ajenos. 
  9. Sube poco a poco la autoestima y quiérete.
No será fácil enfrentarse a un cambio de pensamiento y de acción de un día para otro, pero con el tiempo, podrás tomar tus propias decisiones y llevar el control de tu vida.

Como todo, lleva un tiempo de aceptación y adaptación, pero merecerá la pena ver que antes tenías dependencia de otras personas para tomar una decisión, mientras que ahora eres libre de tomar tus propias decisiones con seguridad y sin miedo, porque si nos equivocamos, habremos aprendido algo a cambio.

¿Te cuesta mucho tomar una decisión importante?
¿Qué medidas tomas?

Imágenes obtenidas de Pixabay

Si tienes dudas o quieres más información, te puedes poner en contacto a través del correo electrónico: correodebienestar@gmail.com

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